lunes, 21 de diciembre de 2015

Entrevista a Generosa Álvarez Álvarez (91 años).



7/12/2015. Santa María del Páramo
Entrevista a Generosa Álvarez Álvarez (91 años).
 Realizada por Cristina Martínez.
- ¿Cómo fue tu infancia? ¿A qué jugabas? Cuéntanos una anécdota divertida de tu niñez.
Pues mi infancia fue como la de cualquier niño de aquella época, íbamos a jugar, a la pita ciega, al pico pico y después íbamos a la escuela, jugábamos al manro, y yo una vez jugando tropecé con una piedra y me caí para el río y después se cayó la que iba detrás de mí a picarme y yo me hice una herida en la frente que me quedó un poco de señal para siempre. Comíamos no como ahora, pero bien. Sembrábamos, hacíamos matanza…íbamos con las vacas para el monte, jugábamos a la gocha.
- ¿Cómo era la vida cuando eras joven? ¿Podrías contarnos algo sobre alguna persona que haya sido importante para ti en la juventud? ¿Por qué es importante para ti? ¿Qué aprendiste de ella?
Pues normalmente tuve amigas más o menos de mi tiempo y chavales que salíamos juntos, importante… fue mi novio que después fue mi marido. Amiga de la juventud tuve una que se llamaba Julia, nos reíamos mucho juntas, les poníamos motes a los chavales... 

- ¿Qué oficios antiguos recuerdas? ¿Cómo saliste adelante en la vida?
Los oficios y tareas han cambiado para hombres y mujeres, hoy ya no quedan herreros por ejemplo y las mujeres no tienen que ir a lavar al río o a coger agua a la fuente. Pues así salimos, yendo a lavar al rio que estaba a un kilómetro y volviendo con las cestas a cuestas, al día siguiente salir a tender la ropa a los espinos, porque no teníamos tendederos, y así fuimos saliendo… De los oficios, íbamos a moler el trigo a un molino que le llamábamos el molinón, que estaba a 6 kilómetros, y así llevamos la vida.

 - Danos tu experiencia, ¿Qué debemos saber los jóvenes?   Danos un consejo que os inspire a llevar una vida plena. Dinos algo que nos ayude a distinguir lo importante de lo que no lo es.
Los jóvenes para vivir bien que os dieran un trabajo bueno, que os pagaran bien y que no trabajarais mucho, porque dicen que tener un trabajo ahora es un lujo. Porque yo ahora tengo tres nietos y rezo todos los días para que no les falte el trabajo, que no les pase nada en el trabajo ni en la carretera y que dios les de salud.
- ¿Viviste tradiciones antiguas como el filandón, el ramo de navidad, las pastoradas, los aguinaldos, los concejos, la matanza del gocho, los antruejos con los guírrios, las fiestas, los bailes de jotas u otras que tú recuerdes? Explícanos como era.
Pues de eso normalmente viví de todo, ir a las fiestas, bailar las jotas, matar el gocho…

- Compara los tiempos que vivimos con los ya pasados. ¿En qué cosas crees que hemos avanzado y en que retrocedemos?
Yo retroceder, en la cosa de la juventud me gustaba más la de antes, porque por ejemplo el tener un novio no se llevaba a casa hasta el día de la pedida y ahora ya viven juntos y para mí no es bueno, aunque lo he vivido en mi familia y los quiero, al principio me costó un poco pero ya lo comprendo.
Avanzar; pues en que ahora se puede mover en coche, antes nos llevaban en el portabultos de la bicicleta o íbamos andando… En el trabajo también se ha avanzado mucho, antes era más trabajoso, había que arar con una pareja de vacas ahora aran con un tractor, sacan la remolacha y todo… y de aquella no había nada.
- ¿Cómo te relacionas con los ordenadores, móviles e internet? Viendo cuanto crecen las tecnologías, ¿Cómo te imaginas la vida dentro de 50 años?
De eso no sé nada, ni de ordenadores ni internet…Todavía sé hablar por un teléfono pero tengo muchos años y con estos teléfonos de ahora se me hace más difícil.
Con lo que ha avanzado desde que era yo niña hasta ahora que tengo 91 años pienso que tiene que avanzar muchísimo, si sigue a este ritmo quién sabe a lo que se llegará.
- Tú que te criaste en un pueblo en la montaña, ¿Cómo os trasladabais de un pueblo a otro? ¿Y a la ciudad? ¿Qué te llamaba la atención cuando salías del pueblo? ¿Qué extrañabas cuando te ibas?
Nos movíamos andando o en burro o en caballo el que lo tenía. Para ir a una ciudad como León nos movíamos en coche de línea que se cogía a 6 kilómetros de mi pueblo; la primera vez que fui a León fui con unos tíos míos y me dijeron antes de llegar “ya verás cuando veas las luces de León” y yo cuando las empecé a ver pues en verdad me parecieron unas calles tan buenas, las nuestras que estaban llenas de barro y eran tan malas… Pero me he ido acostumbrando porque a lo largo de los años me he podido mover, viajar, ver ciudades, capitales…
- Viviste la guerra civil, ¿Qué vivencias tienes de esa época?
Muy malas, tras la guerra no teníamos ni pan, teníamos que movernos 30 kilómetros para ver si nos daban algo de pan.
- Y la transición, ¿Cómo se vivió en el pueblo? ¿Cómo lo viviste tú y tus personas cercanas?
Fue cambiando un poco la cosa, fuimos haciéndonos al cambio, se notaba que un poco había cambiado.
- Viviendo en un pueblo, todo lo extraño sería chocante. ¿Qué sentiste al ver el primer coche, el primer avión, el primer teléfono móvil, la primera cámara de fotos?
El primer coche al pueblo lo trajo mi hermano, que era una furgoneta y aparecimos allí medio pueblo a verlo porque era una cosa extrañísima el ver un coche, y bueno después ya fueron apareciendo; el ver un avión pues igual, no acabábamos de comprenderlo, fue muy extraño pero luego hasta yo monté en aviones cuando íbamos de vacaciones y me fui acostumbrando. Y del primer móvil era uno muy grande que le llamaban ladrillo y a mí me gustaba usarlo más que los de ahora que no los entiendo, que mandan “guasas” o no sé qué.
- ¿Crees que tu vida habría sido mejor si hubieses nacido en el siglo XXI o te quedas con la vivida? ¿Hay algo que te hubiese gustado hacer y no pudiste?
Yo me quedo con la vida vivida, porque fue una vida feliz, y me habré quedado con cosas por hacer, pero ahora no me acuerdo de nada importante, pudimos hacer una casa muy guapa, vivía muy contenta en ella cuidándola, parece que estoy conforme con la vida que viví.

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